5 Tus dos pechos, cual dos crías mellizas de gacela, que pacen entre
lirios.
6 Antes que sople la brisa del día, y se huyan las sombras, me iré al
monte de la mirra, a la colina del incienso.
7 ¡Toda hermosa eres, amada mía, no hay tacha en ti!
8 Ven del Líbano, novia mía, ven del Líbano, vente. Otea desde la
cumbre del Amaná, desde la cumbre del Sanir y del Hermón, desde las
guaridas de leones, desde los montes de leopardos.